En esta época los jóvenes debemos luchar mas euforicamente contra el consumismo y tener al máximo nuestros sentidos de autodefensa para no sucumbir al chantaje publicitario navideño.
La Navidad.
Antes, durante y después del que se conoce como el día del aniversario del natalicio de Jesucristo, es la época mas feliz del año, en especial para los depredadores capitalistas que exprimen mas los bolsillos de la pobre gente alienada por el status cuo, en estos días una vorágine mercantil se apodera del mundo y lo inunda con mal gusto, juguetería basura y música cursi al servicio de un episodio de expansión comercial cuya capacidad de penetración ha rebasado todo el límite. Y se lo promueve como logro moral del capitalismo.
Se trata de un ultraje navideño con juguetes, arbolitos, esferas, luces, moños y excesos de todo tipo. La “industria publicitaria” cumple su tarea ideológica, camuflada de cristiana, entrañable e inofensiva. Reino terrenal del sistema de producción publicitaria en éxtasis capitalista de objetos incontables y en plena crisis de sobreproducción, y mas aun en plena recesion mundial. Nos inundan de publicidad, juegan con nuestros sueños, planifican estrategias de ventas con bases materiales concretas y complejas, juegan con tecnicas psicológicas para obligarnos a comprar productos innecesarios que solo cuando los tenemos en nuestras manos nos damos cuenta que realmente
era innsesario comprarlos, pero cual es la sorpresa, “No Se Admiten Devoluciones “. En esta época se hacen de nuestras palabras y penetran nuestros campos imaginarios, nuestros deseos, nuestros apetitos, nuestras ambiciones… alienación que desgarra toda relación con la vida real para garantizar la usurpación del salario a cambio de baratijas de ocasión. “Noche de paz y noche de amor”… dicen.
Asalto ideológico penetrante que nos exige autodefensas para ayudarnos a desconfiar del oropel publicitario, interpretar correctamente las exageraciones y las ambigüedades, desnudar las trampas de la lengua burguesa. Aunque la tengamos metida en casa, la guerra ideológica emprendida por los mass media para hacernos compradores compulsivos de cualquier basura, debe ser combatida sistemáticamente y con los bolsillos del salario perfectamente cerrados.
Recuerden compañeros lo que dijo Celia Hart “El internacionalismo no es sentimiento de bondad o complacencia misericordiosa. El internacionalismo es la única vía que tienen los pueblos de hacer perdurar la revolución. Y sin la revolución perdurable, dediquémonos a fabricar banderitas de papel para navidad, pero no esperemos construir el socialismo. Por probar, hemos probado demasiado.
Incluso digo más: las aspiraciones de la revolución francesa, la justicia social de las socialdemocracias de izquierda y hasta el evangelio serán sólo ahora defendibles desde las posiciones de la lucha de clases. Los resortes misteriosos del que hablaba Ingenieros se tensan adecuadamente cuando la lucha movilizadora es por un objetivo necesario. La utopía que necesitamos es aquella que nos permita comparecer ante la historia con un Proyecto. Y el único Proyecto viable es la revolución socialista.”
En esta época es donde ese espíritu de la revolución debe avivar mas en cada una de nuestras almas, donde el fervor internacionalista debe crecer mas en nombre de aquel camarada, nuestro primer camarada Jesús de Nazaret, pues el unico objetivo necesario, justo y nuestro unico proyecto viable es la revolución, y esa revolución se lleva a cabo por medio de la lucha de clases asi como el mismo Jesús de Nazaret nos lo enseñó hace unos 2,000 años.
No caigamos en el consumismo navideño, dile no a la navidad capitalista.
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