POR UNA ASAMBLEA NACIONAL DE TRABAJADORES Y TRABAJADORAS
OCUPADOS/AS Y DESOCUPADOS/AS
POR UN NUEVO ARGENTINAZO Y UNA SALIDA OBRERA Y SOCIALISTA
Hace diecinueve años, los trabajadores y trabajadoras argentinos/as protagonizaban uno de los hechos más importantes de su historia. Al grito de “¡Que se vayan todos!”, ponían un límite a la ofensiva burguesa, encarnada en el gobierno de la Alianza encabezado por De La Rúa, y marcaban el inicio de un proceso de lucha que actualmente permanece abierto. Sin embargo, la clase trabajadora como tal actuó sin una dirección política revolucionaria en aquella rebelión, razón por la cual, ésta desembocó en los años de recomposición de la institucionalidad burguesa que encabezó el kirchnerismo. Hoy, casi dos décadas después, los trabajadores y trabajadoras necesitamos más que nunca forjar un levantamiento popular, con una organización y objetivos aún más ambiciosos.
El gobierno de los Fernández viene aplicando y profundizando un plan de ajuste, saqueo y brutal ataque a los trabajadores y trabajadoras, continuando la obra de los anteriores gobiernos, tanto macristas como kirchneristas. Se trata de una avanzada sobre el conjunto de las conquistas históricas del movimiento obrero, con la firme intención de acrecentar las ganancias de los capitalistas. La crisis ha sido agravada por la pandemia del Coronavirus y esta le ha servido al gobierno como excusa para profundizar el avance sobre las condiciones de vida de la clase obrera. Nuestros salarios se desploman día a día, por los efectos combinados de la inflación y las sucesivas devaluaciones. Las paritarias, allí donde hubo negociaciones, salvo contadas excepciones, alcanzaron porcentajes irrisorios que dejan a buena parte de la clase obrera argentina con salarios de pobreza. La desocupación crece día a día y el problema de la vivienda se vuelve cada vez más grave, mientras el gobierno mantiene congelados los montos de los programas sociales y la asistencia a comedores. En este punto, no hay ninguna grieta: la oposición patronal es también factor de esta ofensiva, aplicando las mismas recetas en las provincias y distritos que gobierna. Es lo mismo que ha hecho el kirchnerismo mientras gobernó el macrismo.
En los hechos, más allá del discurso, las “soluciones” que propone el gobierno son una continuidad de las políticas que se han implementado en las últimas décadas, legitimando la deuda contraída y fugada por la clase dominante con los buitres financieros y el FMI para hacérsela pagar al pueblo trabajador; la baja de retenciones al campo; la ratificación de la quita de los aportes patronales; la continuidad del impuesto a las ganancias (en realidad al salario); la devaluación del peso ante el dólar; las tarifas impagables; el aumento incontrolable de los precios; la destrucción de puestos de trabajo, la precarización laboral, la destrucción de conquistas y derechos de los asalariados; los haberes jubilatorios humillantes; la criminalización de la toma de tierras por parte de los más humildes. Es decir, hacer que el costo de la crisis la sufran los trabajadores y trabajadoras.
La necesidad de descargar el ajuste sobre el conjunto de la clase trabajadora para salvar las ganancias capitalistas requiere además una política represiva. Guernica ha sido un claro ejemplo de esto. Más de 1400 familias asumieron por sí mismas el derecho elemental que los gobiernos nos niegan: el acceso a la vivienda. Lo hicieron recurriendo a la acción directa y al margen del accionar de los punteros que responden al PJ. Las respuestas de Kicillof, amparado en Alberto Fernández y Cristina Fernández, fueron negociaciones dilatorias, promesas vacías y, finalmente, un violento desalojo con decenas de heridos y detenidos. Hoy las tomas se repiten a lo largo y ancho del país, pues los alquileres se llevan el 50% del salario, ni que decir de los desocupados y desocupadas que se encuentran en la más profunda miseria.
Pero la ofensiva capitalista choca con la respuesta de sectores asalariados. Así lo han demostrado recientemente los conflictos docentes en algunos puntos del país (como CABA o Misiones), de los trabajadores/as de la salud, de estatales y municipales (en Moreno, Avellaneda, La Plata), los paros de los trabajadores/as del CONICET, en Latam, Algodonera Avellaneda, los mineros de Andacollo y Mansfield, el Frigorífico Penta, la textil Iberoamericana, Gotan, Dánica, Gate Gourmet, o La Nirva, entre otros. También lo han mostrado conflictos en fábricas como Gri Calviño, Bed Time o Pepsico, así como en las autoconvocatorias en varios sectores como comercio, metalúrgicos, aplicaciones de delivery o comidas rápidas. La burocracia sindical, por otro lado, desvía y frena las distintas iniciativas obreras. Las direcciones de los sindicatos se han dedicado a cuidar los intereses de la patronal. La muestra más clara ha sido la firma del acuerdo CGT-UIA, a instancias de Alberto Fernández, por el cual se acordaron suspensiones con rebajas salariales de entre el 25 y 50%. Mientras los trabajadores y trabajadoras acumulan bronca por la precarización, las actuales conducciones de la CGT y la CTA patean cualquier tipo de medida de confrontación para adelante. Las centrales no han pisado la calle por nuestros reclamos. Está más que claro que ningún plan de lucha serio va a venir de la burocracia que conduce nuestros sindicatos.
A ello se suma la lucha del movimiento de desocupados, que ha sostenido acampes y movilizaciones a lo largo y ancho del país. La política del gobierno en la pandemia ha consistido en el reparto de miseria, con tres pagos de un IFE que no alcanza para nada, al que además ya le han firmado el acta de defunción pues no figura en el presupuesto 2021. Las organizaciones de desocupados ganaron la calle para exigir un plan de obras públicas para generar trabajo genuino bajo convenio, por la universalización y aumento de todos los programas sociales y un bono de emergencia de fin de año, chocando contra la indiferencia del gobierno.
En este escenario, las peleas en curso se encuentran aisladas. Los trabajadores y trabajadoras necesitamos herramientas que permitan unificar y potenciar a todo el movimiento obrero, para dar una respuesta de conjunto a las patronales y su gobierno, con independencia de clase. La perspectiva debe ser entonces la organización de una Asamblea Nacional de Trabajadores y Trabajadoras Ocupado/as y Desocupado/as que ponga en pie un Parlamento Obrero y Popular capaz de organizar verdaderos planes de luchas, basados en asambleas populares, con cortes de ruta, paros y bloqueos en terminales de transporte y parques industriales, no solo para derrotar al gobierno de los Fernández, sino también –y sobre todo- para definir una salida a la crisis capitalista en curso en base a un programa de carácter obrero y socialista.
La profundidad de la crisis capitalista en curso requiere una intervención de los trabajadores y trabajadores que abra el camino a una salida de fondo. Los gobiernos patronales están para garantizar las ganancias del capital sobre la miseria más absoluta de la clase obrera. Es momento de pensar y actuar para dar vuelta la tortilla: que gobernemos los trabajadores construyendo la única salida real a la barbarie capitalista, el Socialismo.
Es por eso que las organizaciones firmantes hemos decidido comenzar a recorrer una camino que culmine en la construcción de una gran Asamblea Nacional de Trabajadores y Trabajadoras Ocupado/as y Desocupado/as. Convocamos entonces a todos los sectores obreros en lucha y a todas las organizaciones sociales, sindicales y políticas que compartan esta perspectiva a sumarse, para construir así una verdadera alternativa de los trabajadores/as y batallar juntos por un nuevo Argentinazo y una salida socialista.
19 de diciembre de 2020: Asambleas preparatorias de un Plan de Lucha en todo el país.
20 de diciembre 2020: Acto en Plaza de Mayo y en todas las plazas del país, por una Asamblea Nacional de Trabajadores y Trabajadoras Ocupado/as y Desocupado/as, por un nuevo Argentinazo y una salida obrera y socialista a la crisis.
Primera semana de marzo de 2021: Primera Asamblea Nacional de Trabajadores y Trabajadoras Ocupados/as y Desocupados/as.
PRIMERAS FIRMAS:
Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (MIJD)
Movimiento Teresa Rodríguez (MTR Histórico)
Razón y Revolución
Partido Comunista de los Trabajadores (PCT)
Asambleas del Pueblo
Sindicato de Trabajadores de la Salud (SITRAS)
Movimiento de Trabajadores Desocupados 1ero. de Mayo (MTD 1 de Mayo)
Movimiento de Desocupados Metalúrgicos
Agrupación John William Cooke
Multisectorial de Tucumán
Corriente Clasista Goyo Flores
Madres de Discapacitados (MA.DIS.)
Ligas Campesinas
Partido Socialista de la Izquierda Nacional
Partido por la Revolucion Socialista en Argentina (PRSA)
Juventud por la Revolucion Socialista (JRS)
Corriente Sindical Virginia Bolten
FTC M29
PRIMERAS ADHESIONES:
Convergencia Socialista (CS)
Autoconvocados por el Socialismo
Para sumar firmas o adhesiones, escribir a: asambleanacionaldetrabajadores@gmail.com
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